Aún no hay acuerdo entre el Gobierno, los sindicatos y la patronal para aprobar este martes la extensión de los ERTE provocados por la crisis del coronavirus. Tras dos reuniones fallidas la semana pasada, el Ministerio de Trabajo y los agentes sociales volvieron a citarse este lunes para tratar de desbloquear la negociación de cara al Consejo de Ministros de este martes, pero las conversaciones encallaron de nuevo, según confirman fuentes del diálogo social. La negociación se reanudará este miércoles.
El tiempo corre en contra, ya que el próximo martes día 30 caducan las medidas actualmente vigentes y tanto Trabajo como sindicatos y patronal coinciden en la necesidad de prorrogar los ERTE para las empresas que lo necesiten, aunque discrepan en los detalles sobre cómo hacerlo. Esta semana será, por tanto, clave para diseñar las medidas que finalmente se adopten, aunque Trabajo podría legislar por su cuenta si no se alcanzara un acuerdo. La idea del Gobierno es aprobar la prórroga junto a la extensión de la prestación por cese de actividad de los autónomos, que previsiblemente se cerrará esta semana.
Tras los acercamientos de la semana pasada, el principal escollo que impidió este lunes el acuerdo gira en torno a qué empresas deben beneficiarse de las exenciones tributarias en las cotizaciones sociales que pagan por cada empleado en nómina. Trabajo aboga por mantener el actual modelo, en el cual se bonifica más a las compañías si reincorporan a un trabajador que si lo mantienen en un ERTE, aunque también existen reducciones menores de la cuota de los empleados a los que aún no se ha reincorporado.
Trabajo mejora su oferta
Por el contrario, sindicatos y patronal consideran que las exenciones deben concentrarse en las cotizaciones sociales de los empleados a los que aún no se haya podido reincorporar, liberando incluso por completo a las empresas de la cuota a pagar por estos trabajadores. Y son contrarios a la idea del Gobierno de otorgar exenciones mayores a las empresas por los empleados que vayan reincorporando, pese a que Trabajo entiende que esa es una manera de incentivar la vuelta a la actividad.
Según fuentes sindicales, la idea de promover mediante exenciones mayores la reincorporación de los trabajadores a sus puestos podría ser contraproducente. A su juicio, podría incentivar a las empresas a recuperar a su plantilla a corto plazo para ahorrar y después, si las cosas no le fueran bien a la compañía en el medio plazo, tener la "tentación" de hacer despidos. Las centrales prefieren que el Estado otorgue facilidades a las empresas para mantener a los trabajadores en ERTE hasta que el aumento de la demanda les haga necesitarlos.
Para intentar acercarse a las posturas de los agentes sociales, el Gobierno mejoró este lunes su oferta y propuso un porcentaje mayor de exención para las cotizaciones sociales. Pero no cedió en que esa exención beneficie más a la empresa si reincorpora a los trabajadores que si los mantiene en un ERTE.
Fin de los ERTE totales por fuerza mayor
También se ha mantenido en pie otra propuesta que hizo Trabajo la semana pasada: conceder estas exenciones de parte de las cotizaciones sociales a las empresas que no pudieran abrir y tuvieran que acogerse a un ERTE por razones económicas o de producción. Eso es así porque Díaz tiene decidido acabar con los ERTE por razones de fuerza mayor totales, los que durante la crisis del coronavirus han implicado un cierre total de la empresa y que el Estado asuma parte de las nóminas de los trabajadores. Trabajo entiende que la reactivación de la actividad ya permite a los negocios funcionar.
Los ERTE por razones de fuerza mayor parciales (los que no conllevan un cierre total de la empresa) sí seguirían en pie, aunque el borrador que presentó la semana pasada Trabajo a los sindicatos y la patronal endurecía las condiciones para acceder a ellos. Se mantendrían solo mientras sigan en vigor las medidas que aún están en marcha para contener la crisis del coronavirus y que puedan limitar, en alguna medida, la actividad laboral, como las restricciones de aforo o las limitaciones de parte de la actividad en algunos sectores.
La propuesta inicial de sindicatos y patronal era mantener hasta el mes de diciembre la misma normativa que ha estado vigente hasta ahora, aunque la semana pasada ya transigieron con que la extensión de los ERTE sea por ahora solo hasta el 30 de septiembre. El hecho de que Trabajo esté siendo más restrictivo que en las anteriores negociaciones también tiene que ver con el elevado coste que ya ha supuesto y que supondrá en los próximos meses el pago de millones de prestaciones, lo que se suma a la bajada de los ingresos provocada por las exenciones en las cotizaciones sociales de las que han disfrutado las empresas.
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